ESCUELA DE PADRES
3ª SESIÓN
COMUNICACIÓN POSITIVA Y RABIETAS
COMUNICACIÓN POSITIVA.
Los
hijos son personas, con opiniones y capacidad comunicativa plena.
Fomentar
espacios de comunicación: favorecer aquellos momentos donde se expresen mejor
sentimientos, opiniones, aspiraciones…
Interesarse
por lo que los hijos comunican, es decir, interesarse por sus necesidades y
preferencias
Manifestar
los sentimientos propios con palabras y gestos, es decir, utilizando también la
comunicación no verbal.
Comunicar
críticas con transparencia y sinceridad y recibirlas de la misma manera.
Realizar
elogios oportunos, valorando las cosas positivas de los demás. El elogio
implica una proyección hacia adelante y es central para la autoestima de los
hijos.
Es
útil no utilizar la impulsividad, la indiferencia, la represión de sentimientos
o la descalificación.
Aplicar
estar pautas a la comunicación entre los adultos.
SOBRE LAS RABIETAS.
Las rabietas
son: aprendizajes y expresión de sentimientos. Con ellas el niño no, simplemente,
está llamando la atención; sino que está mostrando estrategias para solucionar
posibles problemas. Nos está expresando sentimientos que tiene que aprender a
manejar.
Lo que a los 3
años son rabietas; a los 6 años son expresiones como “no te quiero”, “no quiero
hacerlo”, “no me da la gana”; o a los 10 años: “no quiero ir contigo”, “no voy
a estudiar o al colegio”; o con 12 años son comportamientos de enfrentamiento y
disruptivos que se pueden agravar más adelante. Hemos de ir manejando según la
edad.
El primer paso
es poder sorprenderlos: actuando de forma diferente de cómo lo hacemos
normalmente. Eso establecerá un giro diferente a la forma en la que
solucionamos la rabieta, un enfado, o una conducta no deseada. Sorprender es
hacer algo diferente: un abrazo, un beso, una llamada de atención, un grito….
Tras “sorprenderlos” nos dará un margen para ver y encontrar soluciones. Pero
no podemos abusar de la misma sorpresa continuamente, ya que tendremos que
ampliarla.
Con esas
rabietas, nos están queriendo decir algo. Hemos de descubrir qué es lo que nos
quieren decir; no preguntándoselo pues ellos no lo saben, sino investigando.
Somos los padres los que hemos de aprender a manejarlas y enseñarles a ellos
cómo hacerlo. Para eso, tenemos que mostrarle cómo manejamos nosotros nuestras
emociones.
Como expresión
de sentimientos tenemos que entenderlos y darles un tiempo: llora un ratito,
pero cinco minutos; entiendo que tengas que expresarte, hazlo y luego
hablamos…. Luego enseñarles a cómo tienen que expresar esas emociones
(tristeza, rabia, enfado..) de tal forma que no sea un problema para nosotros o
para los niños.
Hemos de tener
la flexibilidad y capacidad de cambiar de estrategias. Para eso tenemos que
observarlos y utilizar aquello que nos funciona en cada momento. Sabiendo que
poco después tendremos que cambiar de estrategias.
Ejercicio.
Centrarse durante esta semana en aquello que hacen bien. Y fijarnos en
cómo nos sentimos nosotros, qué hacemos cuando nos fijamos en aquellas cosas
que hacen bien. Pero partir de cómo nos encontramos cuando nos damos cuenta de
que saben hacer algo.
Eso nos hará fijarnos en el siguiente paso… ¿cuál es?.